jueves, 25 de enero de 2018

1 SAMUEL. CAPÍTULO 10.

101Tomó la aceitera, derramó aceite sobre la cabeza de Saúl y lo besó, diciendo:
2-¡El Señor te unge como jefe de su heredad!*. Hoy mismo, cuando te separes de mí, te tropezarás con dos hombres junto a la tumba de Raquel, en la linde de Benjamín, que te dirán: <<Aparecieron las burras que saliste a buscar; mira, tu padre ha olvidado el asunto de las burras y está preocupado por vosotros, pensando qué va a ser de su hijo>>. 3Sigue adelante y vete hasta le Encina del Tabor, allí te tropezarás con tres hombres que suben a visitar a Dios en Betel: uno con tres cabritos, otro con tres hogazas de pan y otro con un pellejo de vino; 4después de darte los buenos días, y tú los aceptarás. 5Vete luego a Guibeá* de Dios, donde está la guarnición filistea; al llegar al pueblo te toparás con un grupo de profetas que baja del cerro en danza frenética, detrás de una banda de arpas y cítaras, panderos y flautas. 6Te invadirá el espíritu del Señor, te convertirás en otro hombre y te mezclarás en su danza. 7Cuando te sucedan estas señales, hala, haz lo que se te ofrezca, que Dios está contigo. 8Baja por delante a Guilgal; yo iré después a ofrecer holocaustos y sacrificios de comunión. Espera siete días, hasta que yo llegue y te diga lo que tienes que hacer.
9Cuando Saúl dio la vuelta y se apartó de Samuel, Dios le cambió el corazón, y todas aquellas señales le sucedieron aquel mismo día. 10De allí fueron a Guibeá, y de pronto dieron con un grupo de profetas. El espíritu de Dios invadió a Saúl y se puso a danzar entre llos. 11Los que lo conocían de antes y lo veían danzando con los profetas, comentaban:
-¿Qué le pasa al hijo de Quis? ¡Hasta Saúl anda con los profetas!
12Uno del pueblo replicó:
-¡Pues a ver quién es el padre de ésos!
(Así se hizo proverbial la farse: <<¡Hasta Saúl anda con los profetas!>>)
13Cuando se le pasó el frenesí, Saúl fue a su casa. 14Su tío les preguntó:
-¿Dónde anduvisteis?
Saúl respondió:
-Buscando las burras. Como vimos que no aparecían, fuimos a ver a Samuel.
15Su tío le dijo:
-Anda, cuéntame que os dijo Samuel.
16Respondió:
-Nos anunció que habían aparecido las burras.
Pero lo que le había dicho Samuel del asunto del reino no se lo dijo.

Elección del rey a suerte 

17Samuel convoó al pueblo ante el Señor, en Mispá, 18y dijo a los israelitas:
-Así dice el Señor, Dios de Israel: <<Yo saqué a Israel de Egipto, os libré de los egipcios y de todos los reyes que os oprimían>>. 19Pero vosotros habéis rechazado hoy a vuestro Dios, el que os salvó de todas las desgracias y peligros, y habéis dicho: <<No importa, danos un rey>>. Pues bien, presentaos ante el Señor por tribus y por familias.
20Samuel hizo acercarse a las tribus de Israel, y le tocó la suerte a la tribu de Benjamín. 21Hizo acercarse a la tribu de Benjamín, por clanes, y le tocó la suerte al clan de Matrí; luego hizo acercarse al clan de Matrí, por individuos, y le tocó la suerte a Saúl, hijo de Quis; lo buscaron y no lo encontraron. 22Consultaron de nuevo al Señor:
-¿Ha venido aquí Saúl?
El Señor respondió:
-Está escondido entre el bagaje.
23Fueron corriendo a sacarlo de allí, y se presentó en medio de la gente: sobresalía por encima de todos, de los hombros arriba.
24Entonces Samuel dijo a todo el pueblo:
-¡Mirad a quien ha elegido el Señor! ¡No hay como él en todo el pueblo!
Todos aclamaron:
-¡Viva el rey!
25Samuel explicó al pueblo los derechos del rey, y los escribió en un libro, que colocó ante el Señor. Luego despidió a la gente, cada cual a su casa. 26También Saúl marchó a su casa, a Guibeá. Con él fueron los mejores, a quienes Dios tocó el corazón. 27En cambio, los malvados comentaron:
-¡Qué va a salvarnos ése!
Los despreciaron y no le ofrecieron regalos. Saúl callaba.

Explicación.

10,1 La unción es un rito sacramental: el aceite, que protege la piel y penetra y vigoriza los tejidos, simboliza la penetración de una fuerza divina que capacita al hombre para su misión específica. Hasta ahora, ninguno de los jueces había sido ungido. El beso del profeta es el primer reconocimiento oficial de la consagración.

10,2-7 Algunos signos externos comprobarán la trasformación operada por Dios. El primer cancela definitivamente el pequeño problema familiar de las borricas, problemas más serios le esperan al joven rey. El segundo indica un reconocimiento popular, todavía inconsciente: parte de las ofrendas que llevan al templo se las ceden a Saúl; una parte menor, porque los chivos y el vino son para el Señor. El tercero manifiesta la presencia de Dios en el elegido: una banda de "profetas", derviches al servicio del santuario local, circulan entregados a manifestaciones orgiásticas de entusiasmo religioso; ante el espectáculo, Saúl sentirá como un contagio, o como la resonancia interna de quien también está lleno del Señor. La gente no comprende la transformación operada en Saúl; Samuel sabe que Saúl es otro hombre.

10,5 * = Loma.

10,8 Este verso intercalado prepara los acontecimientos de 13,7-15 y desentona un poco en la situación presente. Es una corrección añadida a lo anterior: aunque Saúl cuenta con el apoyo de Dios, sigue subordinado al profeta, mediador de la palabra de Dios.

10,10 Jue 11,29; 14,19.

10,12 La respuesta nos resulta algo extraña: quizá aluda al apellido "hijo de Quis", indicando que tampoco los otros son profetas por herencia. (Siete veces suena la raíz nb´ en 9-12.)

10,14 El tío tenía muchas veces una responsabilidad particular en la familia.

10,17-27 Nueva versión, que empalma con los sucesos del capítulo 8, repitiendo, ampliando o resumiendo sus elementos. El discurso del Señor, de sabor deuteronómico, responde a 8,7-8 (y a su modo también a 7,3-4 y a otros del libro de los Jueces); 20-24 encajan detrás de 8,22a como ejecución del mandato divino; 24 es resumen de lo que amplía Samuel en 8,11-17, cumpliendo el mandato de 8,9; 25c repite 8,22c. Por otra parte, el pasaje tiene enlaces verbales con 9,1-10,16 que podrían ser significativos. En contraste con el suceso privado y secreto del relato precedente, la elección es aquí pública; la presencia y participación del "pueblo", de "todo el pueblo", está bien marcarca en las siete repeticiones de la palabra (en el original).

10,18-19 De mala gana -parece decir el autor- Dios accede, denunciando al mismo tiempo que accede. De ordinario -podemos comentar- Dios respeta la libertad humana, no impide sus decisiones, aunque pone en guardia, hasta colaborar con la ejecución de los planes humanos. Dios presente, respetuosamente. Ya en el Sinaí pidió el pueblo a Moisés que Dios no hablase directamente. ¿Tiene el hombre que rechazar a Dios para salvarse a sí mismo?

10,20 El método de las suertes sirve para dejar la decisión en manos de Dios, que gobiernas las suertes: véase, por ejemplo, Jos 7.

10,22 El autor no dice si Saúl se esconde por timidez o por cálculo; el detalle le sirve para preparar una aparición sensacional. Dado que el verbo "encontrar" ha sido dominante en el relato anterior, parece significativo que ahora "no encuentren" a Saúl. Consultar se dice en hebreo s´l, patente aliteración con el nombre del elegido.

10,24 Parece resonar 9,2: por la descripción física de Saúl y por la asonancia entre elegir y mozo (bakar bahur). 1 Re 1,34; 2 Re 11,12.

10,25 Esta escritura tiene carácter oficial y valor jurídico; es como la constitución que define las relaciones entre el rey y su pueblo. No debe sustituir al protocolo de la alianza, constitución del pueblo en relación con el Señor soberano.

10,27 Quizá un error en la lectura de una letra de la noticia cronológica que sigue ha originado una frase de gran valor narrativo "él callaba".

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